Existen diversos métodos para intentar realizar un trabajo o proyecto, donde las expectativas por resultados positivos siempre producen una tensión particular en cada individuo.
El siglo XXI se caracteriza porque vivimos en un mundo completamente globalizado, pues las economías, culturas y otros aspectos entre los países se encuentran integrados, conlleva a que factores como el manejo de mayor información posible y la pronta eficiencia para conseguir crear proyectos innovadores en poco tiempo, se vuelvan motivos esenciales para demostrar la supremacía de cada organización. En ese sentido, el trabajo en equipo se ha vuelto común en las grandes y pequeñas organizaciones de todo el mundo para lograr aquella eficiencia y eficacia en el resultado.
Senge, investigador del desarrollo organizacional destaca el trabajo en equipo como una disciplina que las organizaciones inteligentes deben de tomar en cuenta dentro de su rutina empresarial. Un equipo de trabajo se define como: “grupos cuyos miembros trabajan intensamente en un mismo objetivo común y específico usando su sinergia positiva, responsabilidad individual y mutua, y destrezas complementarias. Un equipo permite que la combinación entre los miembros del equipo y los esfuerzos de cada individuo se transformen en un mayor y mejor desempeño de lo propuesto”. Uno de los retos de las empresas al contar con este tipo de disciplina es el de fomentar el compañerismo entre los trabajadores para que la confianza, respeto y buena comunicación se concreten, pues la buena amistad y la armonía resulta ser importante para un mejor trabajo; mientras más alta sea la cohesión del grupo, el aumento de productividad será más fuerte e inminente.
Siguiendo con las fortalezas de trabajar de aquella manera se puede agregar que los miembros del equipo se pueden desenvolver con menos tensión, pues compartir la responsabilidad al ejecutar trabajos complejos y pesados ayuda a que la sobrecarga de este disminuya, un ejemplo claro a tener en cuenta es el mayor acceso a la información y el poder de dominarla.
Asimismo, existen condiciones previas a la formación de un equipo de trabajo para conseguir que las metas anheladas se cumplan de la forma más óptima. Para eso, se necesita tener presente: la existencia de las reglas y roles que se designan para que no exista la inequidad en el grupo o que el trabajo se concentre en un solo individuo. De la misma manera, el concepto de pertenecer a un todo integrado tiene que estar arraigado completamente en la mente de cada uno y tratar en lo posible de dejar de lado expresarse en primera persona, pues los logros y fracasos son de todos, con lo cual resulta trascendental dejar de lado los intereses individuales o egoístas en el equipo, para que así se promuevan las nuevas ideas y sugerencias de cada integrante.
Fuente: http://cwx.prenhall.com/bookbind/pubbooks/robbins4_la/chapter14/deluxe.html, Senge,
Fuente: http://cwx.prenhall.com/bookbind/pubbooks/robbins4_la/chapter14/deluxe.html, Senge,
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