Una crisis responde a un cambio repentino entre dos situaciones. Con ella se puede poner en peligro la imagen y el equilibrio natural de una organización, institución o empresa.
La crisis se caracteriza, por consiguiente, por una ruptura de equilibrio: es un fenómeno grave, pero en toda organización existen problemas, ya sea de identidad, cultura, técnicos, de procesos, financieros, etc. Sin embargo, cuando los medios de comunicación, líderes de opinión son los encargados de difundir, hacer públicos los conflictos de la misma, se le conoce como crisis de comunicación. Sin duda, una buena maniobra para desacreditar a cualquiera.
Se debe agregar que esta denominada crisis puede significar, a la larga, un problema o una oportunidad. Si bien es cierto que los efectos de los problemas son devastadores. También, puedes aprovechar esos sucesos para reforzar y mejorar la identidad de tu empresa, o, por qué no, crear una nueva. Ello, puede significar una pertinente ayuda para el fortalecimiento de la cultura corporativa.
“Problema de uno es la oportunidad de otro”
Las crisis de comunicación en una empresa pueden beneficiar significativamente a tu competencia y despertar la curiosidad, morbo y muchas veces la desazón de los públicos de interés de la empresa. Una crisis considerable que puede afectar a la empresa de manera rotunda son las crisis internas, donde la pérdida de cohesión se manifiesta, por ejemplo, con pelas entre directivos, lo cual deteriora el clima laboral, que muchas veces pueden terminar en enfrentamientos irreconciliables.
Otra causa de crisis, que se ve muy frecuentemente en el país es la de HONORABILIDAD, que debe al acto conductas ilegales por sus representantes, tales como sobornos o desvío de dinero.
Otra causa de crisis, que se ve muy frecuentemente en el país es la de HONORABILIDAD, que debe al acto conductas ilegales por sus representantes, tales como sobornos o desvío de dinero.
Ante la ocurrencia del caso es necesario ser ágil y anticiparse con la debida comunicación y buscar, por un lado, frenar la crisis y por otro, que la perdida de crédito y de capital en imagen que la crisis ocasionó haya sido la mínima. Terminar con la crisis es lograr erguir nuevamente tu imagen. Se debe recordar que todo comienza en la elaboración de una buena identidad empresarial.
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